A pesar de los deseos clarinescos y de las afirmaciones
periodísticas poco serias, esta elección no se ha mostrado como una debacle
para el kirchnerismo. El resultado general ha sido similar a la anterior
elección de medio término. El dato negativo, a diferencia del 2009, es que, en
la provincia de Buenos Aires, el opositor Sergio Massa ganó con una clara
ventaja -12 puntos- sobre el candidato kirchnerista Martín Insaurralde, a
diferencia del 2009 donde se produjo una paridad entre De Narváez y Kirchner.
Por su parte, en la ciudad de Buenos Aires, se produjo una paradoja. Por un
lado, el kirchnerismo aumentó su caudal de votos con respecto al 2009
prácticamente duplicándolo. Pero, por otro, el PRO a pesar de su polémica
gestión aumentó casi un 5%,
General
A diferencia de
lo pregonado por diferentes medios y políticos opositores esperanzados, esta
elección no supo ser una catástrofe electoral para el kirchnerismo. Más bien,
el balance puede expresarse como un resultado similar al 2009. Pero, a
diferencia de la anterior elección de medio término, el kirchnerismo ha evitado
presentar en esta campaña un clima de referendum con respecto a su gobierno,
obligando a los votantes a elegir entre “ellos o nosotros” y potenciando las
consecuencias del resultado final. En este caso, en la campaña, se le restó
dramatismo a los posibles resultados dejando a Massa sin los laureles de una
victoria épica.
Ciudad de Buenos Aires
Las elecciones
de la ciudad se han caracterizado por el repunte del PRO y por la mejora
substancial del FPV en relación al año 2009. El resultado general fue el
siguiente. Para senadores: PRO, 39%; UNEN, 27,69%; FPV, 23,24%. Mientras que
para diputados fue: PRO, 34, 46%; UNEN, 32,23%; FPV, 21,59; FIT, 5,54%; AyL,
3,79. Por último, para legisladores: PRO, 33,59%; UNEN, 24,68%; FPV, 17,13;
OCAÑA, 5,88%; FIT, 4,96%; FERREYRA, 4,23%.
Con respecto al
PRO, los resultados arrojan una clara mejoría en relación a las PASO. En senadores, Michetti ganó con comodidad en
todas las comunas, mejorando en 8 puntos con respecto a Agosto. Con esta
elección, se perfila así como una candidata fuerte para la jefatura de gobierno
en el 2015. En diputados, aunque el resultado no haya sido tan contundente, el
PRO también mejoró en casi 8 puntos. En la comuna donde mejor le fue es en
comuna 2, seguido por comuna 13 y así sucesivamente bajando en relación al
poder adquisitivo hasta llegar al corredor Rivadavia de clase media. Fue en
este sector donde peor le fue, contando comuna 15 –una comuna de pequeña clase
media. Así fue que en los barrios del sur, también ganó el macrismo; en las
comunas del sur, la disputa electoral se dio con el kirchnerismo. De este modo,
el electorado del PRO se compone de bloque alto-bajo
Por su parte,
como era esperable, UNEN no pudo capitalizar el total de votos de su interna
abierta en las PASO cuando, sumando a todas sus listas, se presentaba como un
claro ganador con el 35% de los votos para diputados y un 32% para senadores. Sin
embrago, parece haber logrado reunir el conjunto radical de una manera renovada
y atractiva para el electorado, aunque políticamente muy endeble. Su bloque de
votos se expresa como un conglomerado de sectores medios-altos. Así fue que, al
igual que el PRO, fue en comuna 2 –Recolecta- donde mejor le fue. Por su parte,
fue en los barrios del sur donde peores resultados sacó. Lo más significativo
al observar un mapa de los resultados electorales es que su baluarte electoral,
en las comunas donde ganó, al menos para diputados, fue en el cordón Rivadavia,
siendo Caballito su epicentro. Es en las comunas 5, 6, 7, 10, 11 y 15 donde
UNEN logró destronar al PRO para diputados.
Por su parte el
FPV prácticamente duplicó sus votos con respecto al 2009, alcanzando un 22% en
promedio. También, a pesar del “escándalo” Cabandié, potenciando por los
medios, se mejoraron los resultados con respecto a las PASO, aumentando entre
un 2 y 4 por ciento. El “escándalo” parece no haber horadado la base electoral
de Cabandié porque la diferencia con respecto a Filmus y a Taiana+Ferrreyra fue
menor. Si acaso el Frente para la Victoria no logró retener la victoria en
comuna 8 de las PASO, esto se debió más al crecimiento exponencial del PRO que
a un descenso del kirchnerismo. A su vez, el FPV logró consolidar su hegemonía
en las villas de la ciudad y consagrarse en primer lugar. En cuanto a la
legislatura, observando los resultados en relación con diputados y senadores,
el ensayo de Alternativa Popular parece haber carcomido la base electoral de
Taiana más que haber expandido el bloque de votos del kirchnerismo. Aunque no
fue un resultado decepcionante, el experimento de Alternativa Popular señala
que una construcción de izquierda kirchnerista no tiene automáticamente una
tracción de votos pareja al FPV oficial.
A pesar de que
una lectura a vuelo de pájaro afirmaría que el espectro ideológico del voto
cambió con respecto a otros años, comparando se puede observar una estabilidad
de los resultados en relación a los campos ideológicos de los votantes con
respecto a otros años. La diferencia se encuentra en que, mientras los campos
ideológicos de los votantes se mantienen firmes, los candidatos que expresan
esos espectros son más volátiles. De este modo, por ejemplo, el voto clásico de
izquierda ha pasado de un perfil Lozano-Proyecto Sur a la izquierda ortodoxa.
Provincia de Buenos Aires
De los
resultados nacionales, en general poco sorpresivos, ha sido provincia de Buenos
Aires donde más contudentemente parece haber afectado los resultados. Si se
compara con el 2011, cuando Cristina alcanzó más del 56% la caída es
estrepitosa, pero esto sería un error. Al ser una elección de medio término,
donde el electorado cambia sus prioridades al votar con respecto a una elección
ejecutiva, los resultados son similiares para el kirchnerismo al 2009. En ese
año, con Néstor Kirchner de candidato más candidatos testimoniales, el FPV sacó
un 32,11%, mientras que en estas elecciones, con Martín Insaurralde, un
candidato con poco tiempo de exposición, se logró un 32,18%.
Por su parte,
en el 2009, De Narvéz había alcanzado un 34,58% y el acuerdo cívico un 21,48%.
En estas elecciones, Massa llegó a un 43,92% y Stolbizer un 11,80%. En total,
sorprendentemente, este bloque opositor duro varía en un 0,4%. La diferencia se
encuentra en que la mitad de los votos “radicales” se fugó al massismo.
También, lo que otrora, el voto de izquierda que había capitalizado un Sabbatella “crítico”, alrededor de un 5%,
se movilizó –esta vez- al FIT.
Un dato
importante, es la homogeneización del voto en la provincia. En el conurbano, el
FPV solo logró ganar en cuatro distritos (La Matanza, Lomas de Zamora,
Berazategui y Florencia Varela), alcanzando el primer puesto en todos los demás
el massismo. Así fue, también, en el resto de la provincia: el massismo logró
una clara diferencia, dejándole al kirchnerismo unos pocos distritos y a los
“radicales” aún menos.
Sin embargo,
los resultados para candidatos provinciales y municipales no fueron tan adversos.
Sin contar senadores, donde Massa se logró imponer claramente frente al
kirchnerismo, en diputados provinciales el kirchnerismo alcanzó una muy buena
elección, aumentando su cantidad de diputados provinciales y manteniendo el
quórum en la legislatura provincial. Mejores resultados se dieron también a
nivel municipal, lo que expresa una estabilidad del kirchnerismo en estos
centros de poder. También, sin ingenuidades, no sorprendería de los peronismos
locales ciertas deslealtades repartiendo boletas cortadas para acolchar los
resultados a diputados nacionales.
Particularmente
golpeados han resultados los vecinalismos por izquierda alienados con el
kirchnerismo. En Morón, la lista del Frente Renovador se impuso por más de diez
puntos al sabbatelismo kirchnerista y, a diputados nacionales, Massa aventajó a
Insaurralde por 14 puntos. También en Zárate, donde gobierna el vecinalismo de
origen socialista, la derrota fue importante. En este municipio, Massa llegó al
46% frente a un 31% de Insaurralde. Mientras que, a nivel municipal, el Frente
Renovador sacó un 35% frente a un 19% de Nuevo Zárate.
Resto del país
Los resultados
generales del resto del país se mostraron favorables al kirchnerismo,
revirtiendo flojos resultados de las PASO. Sin embargo, el FPV se muestra
incapaz de imponerse en los principales distritos: Buenos Aires y la ciudad,
Santa Fe y Córdoba. En estos distritos, con capas medias urbanas fuertes, la
oposición –en sus diferentes variantes- logra imponerse.
Un dato
importante es que comienza a evidenciarse mayor volatilidad del voto federal.
Provincias que antiguamente poseían un voto conservador alineado al gobernador
de turno mostraron temblores políticos y un voto contestario sorpresivo. Así en
Salta el Partido Obrero (PO) se impuso en la ciudad capital y alcanzó el
segundo lugar a nivel provincial. Las causas de la movilidad en estas
provincias conservadoras están por estudiarse, pero puede encontrarse pistas en
el desarrollo económico de los últimos años que repercutió en la estructura de
la sociedad civil de estos territorios. Otro elemento importante es la
incapacidad opositora de vertebrar una opción federal-nacional, conjugando el
voto de los principales centros urbanos con el voto del resto de las provincias.
Este logro único del kirchnerismo es una de las claves de su hegemonía a lo
largo de diez años. Si este factor no existiría sería dudoso afirmar la
posibilidad de que hoy el kirchnerismo sea la primera fuerza en la Argentina.
Por la importancia
de nuestros aliados en esos distritos, es importante analizar los resultados de
la ciudad de Rosario y de la provincia de Chubut. En este último, Das Neves,
luego de un 2011 desastroso, dio el batacazo imponiéndose por más del doble de
los votos frente a Norberto Yahuar, ministro de agricultura y pesca del
kirchnerismo, con un 52% frente a un 23%. Por su parte en Rosario, el “Tigre”
Cavallero logró ganar en los barrios populares, quedando a solo 6 puntos del
binnerismo.
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